Natación para Adultos
Aprende a nadar sin miedo en nuestras piscinas. ¡Aprovecha ahora!*
Tenemos a nuestras espaldas más de 20 años de experiencia enseñando a nadar tanto a pequeños como a mayores. Aprende a nadar sin miedo.
Rellena ahora el formulario y solicita tu clase de prueba GRATIS – o llámanos directamente al 913 520 333. Parking gratuito.
Muchas personas sienten tal miedo al agua que no sólo les priva del placer del baño, sino que les impide aprender a nadar.
Si este es tu caso, o conoces a alguien que pueda interesarle, en Chapoteos queremos ponerle solución: Natación para adultos – Nadar sin miedos.
Hemos creado unos cursos intensivos especialmente indicados para personas adultas que quieren aprender a nadar, quieren perder el miedo al agua y quieren disfrutar del agua.
¿Por qué elegirnos?
- Aquí lo más importante eres tú. El trato y el seguimiento del aprendizaje es nuestra principal premisa.
- Estos cursos se desarrollan en grupos reducidos, de no más de 5 alumnos.
- Es impartido por un Coach especialista con más de 30 años de experiencia, que estará en el agua durante la duración de las clases.
- Se realiza en una piscina poco profunda donde podrás estar de pie con total seguridad.
- Nos veremos dos veces en semana y cada sesión durará 45 minutos.
- Adaptamos los tiempos y los ejercicios a las necesidades de cada persona. En ningún momento te haremos sentir obligado a realizar ningún ejercicio que no creas capaz de hacer.
- La ejecución de las clases se realizan en horarios donde podamos ofrecer la mayor tranquilidad y seguridad, eliminando así agentes que puedan alterar o poner nervioso al alumno.
- Ofrecemos dos niveles y podrás permanecer en ellos todo el tiempo que necesites hasta que te sientas cómodo para continuar avanzando.
¡¡CONSÚLTANOS Y TE INFORMAMOS DE TODO!!
Hemos pedido a algunos de nuestros alumnos que nos cuente su experiencia y esto es lo que nos han dicho:
De pequeña, a mis 8 años, tuve un trauma cuando estaba en una piscina. Un adulto “decidió” que ya sabía nadar o al menos debería saber, así que me quitó el flotador, me llevó al centro de la piscina, me soltó y se salió de la piscina. Yo me hundí en el acto y como pude (no se si nadando o andando por el fondo) logré llegar al borde de la piscina. Salí de ella y decidí que nunca más volvería a meterme en una.
Desde entonces (y ahora tengo más de 50 años) me he negado a bañarme en piscinas y en el mar con el agua más arriba de la cintura y nunca he permitido que nadie intentara enseñarme a nadar.
Mi amigo Juan Carlos Méndez, profesor súper experto de natación, tras dos años de insistencia, consiguió meterme en una piscina para intentar enseñarme a nadar. Me dijo que había enseñado antes a mucha gente con traumas como el mío y que al menos debería intentarlo. Desde entonces me meto con el agua hasta el cuello, puedo meter la cabeza debajo del agua, floto con la ayuda de un churro o un manguito en posición completamente horizontal, y el último día por fin admití para mí misma que es casi seguro que en las próximas clases aprenda a nadar. ¡A ratos disfruto en el agua!
Se que hay otra gente con miedos como yo y que realmente le gustaría lograr este objetivo, y le animo a que se apunte al curso y se ponga en marcha. La piscina es climatizada y de sal, súper agradable; como mínimo se lo va a pasar fenomenal y va a perder el miedo a estar en el agua, y además y aunque no se lo crea ¡aprenderá a nadar!.
A.L.L.
Quiero animar a todas las personas “mayores” (yo tengo 71 años) que tienen respeto al agua o no saben nadar a que se animen a disfrutar del agua. Tenía fobia, no podía aguantar que el agua me llegara a la cintura y gracias a la profesionalidad, paciencia y cariño que he recibido en CHAPOTEOS, de la mano de Juan Carlos, y apoyada por Aurora y mis “compañeros de fatigas”, he conseguido disfrutar en el agua y acompañar a mis nietos en sus juegos. Que por cierto, forman parte de la familia Chapoteos desde los seis meses y van a hacer 3 años ya. GRACIAS por la paciencia derrochada durante el curso y el ánimo constante. Lo había intentado en otros dos lugares y no fui capaz de superarlo. Ha sido un seguimiento día a día, siempre incentivando y apoyando, sintiendo su protección desde dentro del agua a mi lado. Animo a todas las personas que tengan este problema a que prueben. ¡Ya levanto los pies del suelo! GRACIAS.
E.G.G.