Hola a todos/as!

Aunque la mayoría de vosotros estará inmersa en las vacaciones, no queremos dejar pasar esta oportunidad para contaros algunos consejos más sobre primeros auxilios. Esta vez hacemos una continuación de la última entrada (Primero Auxilios – Parte I) de nuestro Blog.

Queremos ampliaros un poco de información y hablar de otros casos de accidentes o “sustos” con los que podemos encontrarnos este verano en playas y piscinas. 

Es cierto que éstos son menos comunes que los anteriormente tratados, pero ya se sabe eso de “mejor prevenir que curar”.

Pues sin entretenernos mucho más, que tenemos que bajar a la playa, pasamos a enumerar algunos casos de accidente y la forma de actuar según cada uno de ellos:

5º INSOLACIÓN: Una prolongada exposición al sol puede provocar quemaduras, inflamación de la piel y sensación de calor y dolor. A veces la insolación se presenta en forma de escalofríos, picor, piel muy tensa, fiebre… Y otras veces, menos perceptible, en forma de agotamiento.

Frente a las quemaduras solares, la mejor opción será aplicar compresas frías y baños con agua tibia. Si se diera el caso de ampollas, deberemos envolver el área con vendajes secos  y acudir al médico. Del mismo modo, si percibimos fiebres altas, vómitos, delirios… acudiremos rápidamente a un especialista.

6º PICADURAS: Las piscinas, las playas, los ríos y demás vasos naturales son lugares frecuentes donde se producen picaduras. No suelen ser graves, salvo por la molestia, el picor, el enrojecimiento y la leve inflamación de la parte afectada. Será suficiente con aplicar frío y una pomada para picaduras.

Si se presentaran signos de alergias tales como manchas, vómitos, diarreas, sensación de ahogo… recomendamos llamar inmediatamente al Instituto Nacional de Toxicología (Madrid 915 62 00 42) para pedir consejo o acudir al médico.

7º HIDROCUCIÓN: Comúnmente conocido como “corte de digestión”, se produce cuando exponemos el cuerpo a una variación muy brusca de temperatura. Esto puede desembocar en dificultades al respirar, alteraciones del pulso e incluso inconsciencia.  Si esto se produce durante el baño y con poca vigilancia adulta, puede determinar en ahogamiento.

En este caso nuestra forma de actuar será: pedir ayuda y avisar a una ambulancia, sacar al accidentado del agua y tratar de estabilizar su temperatura (secando y tapando con toallas). Colocaremos al niño boca arriba con los pies en alto (si está inconsciente, le colocaremos tumbado de lado para evitar ahogamientos). Por último vigilaremos su pulso y respiración.

8º AHOGAMIENTO: Asfixia causada por una inmersión muy prolongada. Puede producirse por un bloqueo de las vías respiratorias al evitar que entre el agua, o por la entrada de líquido en las vías respiratorias.

En estos casos pediremos ayuda para sacar al accidentado del agua y acudiremos lo más rápidamente posible al médico. Recomendamos usar algún material de flotación para sacar al niño del agua, ya que los nervios y las prisas pueden jugarnos una mala pasada y empeorar la situación en vez de solucionarlo. Si el niño está consciente, trataremos de calmarlo y comprobaremos sus constantes vitales.

Y aquí acabamos con nuestros consejos sobre primeros auxilios.

Esperamos que sean de vuestro interés y que NO TENGÁIS QUE PONERLOS EN PRÁCTICA!

Nos vemos en la próxima!

Elena C.