¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Esto nos hace pensar que nos pueden engañar y nos hace estar alerta. Sabemos que no debería ser así pero lo cierto es que algunas veces nos ha ocurrido y normalmente sucede por desconocimiento o por falta de información.
Parece que este dicho popular está asociado a la adquisición de objetos pero por desgracia también puede aplicarse a servicios. Y es acerca de esto sobre lo que hoy voy a daros mi opinión.
Haciendo un poco de historia, Y como cofundadora de Chapoteos y precursora de la matronatación en España desde los años 90, puedo expresar claramente y con total conocimiento de causa, el significado y los requisitos de esta actividad.
Lo que existía en esos momentos en los que empezamos la actividad con bebés, eran clases particulares de 15 minutos ́de duración que se realizaban con el bebé y el profesor, y en donde el objetivo utilitario principal era “no ahogarse”; teniéndose que alcanzar a toda costa en 20 clases, sin tener en cuenta al niño en ningún momento, ni por su puesto a los padres.
… Lloros, vómitos y protestas de todo tipo eran la tónica general de las clases… (Aquello casi rayaba con los malos tratos).
Ante esta perspectiva, decidimos cambiar algunas cosas partiendo del objetivo principal de esta actividad: dar al bebé la oportunidad de obtener los beneficios del agua desde los 5 meses con la mayor satisfacción posible, añadiendo algún “elemento” conocido para ellos y en un entorno propicio para esta práctica.
Así, decidimos introducir una figura de apego como podía ser el papá o la mamá con quién el niño se sintiera cómodo y no extrañara la figura del profesor, aumentamos el tiempo de la clase (pues el trabajo, al no ser particular no sería tan intenso y era perfectamente adaptable a esa edad), las condiciones del agua se estipularon entre 32º y 34º y se desarrolló toda una tecnología en torno a la actividad acuática en bebés y primera infancia donde la regla de oro fuera el RESPETO AL NIÑO.
Todo esto dio lugar a lo que se “debería” conocerse como Matronatación.
Para nuestra satisfacción, las cosas empezaron a cambiar y muchos siguieron nuestro ejemplo. Algunos fueron formados por nosotros y nuestra propia tecnología y otros muchos crearon algo parecido, en algunos casos favorable y en otros muchos, por desgracia, totalmente reprobables (por eso de aprovechando que tenemos una piscina cubierta… pues metemos bebés). Eso sí, todas ellas bajo el mismo nombre: “Matronatación”.
Esta entrada a nuestro blog surge porque a menudo nos llegan personas a nuestro centro preguntándonos si tienen que traer neopreno para su bebé de 9 meses, nos cuentan que llevan 1 año dando matronatación y que su peque aún nunca hizo una inmersión, que eran 20 niños por grupo, que si están mezclados niños de distintas edades, que si es normal que lloren, que en 1 clase en nuestro centro aprendieron más que en 1 año en el centro anterior… y un largo etcétera.
No es difícil de entender que si quieres informarte de la actividad acuática para tu bebé, visites un centro que este cerca de casa, se ajuste a tú economía, no requiera de más tiempo del que puedas emplear, etc… Pero por favor no olvides que se trata de tú hijo/a y al igual que buscas un colegio adecuado, una educación adecuada y un entorno adecuado para él… con esta actividad debemos hacer lo mismo.
Si nos aceptas un consejo: infórmate bien de lo que te van a entregar antes de inscribirte y que tu decisión no se base solo en el precio.
Nos importan los niños y es por esto que nos llevamos dedicando a ello durante todos los años laborables de nuestra vida y no queremos que os ofrezcan servicios llamados “Matronatación”, que no reúnen las condiciones adecuadas para vuestros hijos/as.
Así pues, “que no os den gato por liebre”. ¡Por favor!
Hasta la próxima amigos/as.
Aurora A.