¿Entonces qué causa las enfermedades en los niños que vienen a la piscina?
Bueno como ya es sabido, los cambios de temperatura bruscos, si el cuerpo no está habituado a ellos, pueden producir malestar traducido en catarros, otitis, etc … Esto lo podemos evitar muy fácilmente secándoles bien el pelo y oídos antes de salir del centro e incluso haciendo algo de tiempo para que se vayan acostumbrando al cambio de temperatura y NUNCA salir del vestuario enfundados en el buzo o gorro, abrigo y bufanda directamente a la calle. Esto es lo mismo que bañar al niño en casa y sin secarle adecuadamente y con poca ropa sacarle a la calle.
Las piscinas climatizadas son justamente para ser utilizadas en invierno, no perdáis la oportunidad de disfrutar y beneficiaros de la piscina durante todo el año.
Me gustaría hacer un apunte que nada tiene que ver con la piscina, aunque si con los cambios de temperatura. A veces por temor a que cojan frío nuestros niños nos pasamos de rosca abrigándoles sin pensar que ellos tienen bastante más energía que nosotros.
Solo imagínate que te ponen unos leotardos con un pantalón encima, una camiseta de manga larga bajo un jersey de cuello alto, su consabida sudadera o pullover encima y con todo este pertrecho te mandan a la oficina a trabajar durante tus 8 horas con la calefacción puesta a 23ºC. Lo más normal es que te pongas a sudar y con todo este sudor te pones el abrigo y te vas a la calle a correr y saltar como hacen los niños en el recreo, puff…
Debemos dejar, dentro de unos límites, que el cuerpo se vaya acostumbrando a los cambios de temperatura para que el solo se vaya fortaleciendo. Es por ello que la piscina lejos de ser un detonante de enfermedades ayuda a fortalecer el sistema inmunológico de nuestros hijos.
Espero que esta información os sea de alguna ayuda.
¡Nos vemos en la piscina!
Aurora Albiol