Hola amigos/as,
Si sois socios de Chapoteos, ya conoceréis a nuestra directora Cristina. Hoy vamos a conocerla un poquito más, ya que le hemos pedido que nos hable sobre su experiencia y su vida en el agua, y nos ha contado esto:
“Tengo que reconocer que mi pobre madre, la mitad de los días me llevaba a regañadientes, sobre todo en esos fríos días de invierno. Pero aún así, ella tenía ese poder sobrenatural que tienen todas las madres para saber qué era lo mejor para mí. Con el paso de los años llegué a desenvolverme mejor dentro que fuera de la piscina. Era más consciente de mi cuerpo y mis habilidades cuando estaba en el agua que en tierra firme.
“Si hay algo que pueda definir parte de mi infancia es la Natación y el mundo acuático”.
Hoy tengo que darle las gracias. Con ocho años, ya formaba parte de un club que me regaló medallas, experiencias, conocimientos sobre el esfuerzo, la disciplina y el proceso que conlleva alcanzar una meta. Pero todo eso solo era el envoltorio, la mejor parte aún la conservo. Son todos esos amigos que a mis 30 años considero hermanos.
El vínculo que te une a este deporte es de por vida, el objetivo siempre fue disfrutar haciendo lo que más me gustaba, aprender, perfeccionar, y ahora, tras una larga trayectoria, enseñar.
Tengo el lujo de poder contar que el regalo llevaba implícito parte de mi carrera profesional. Una carrera que no se estudia en ningún libro, solo se vive. Y la experiencia me permite seguir haciendo y viviendo de lo que más me gusta.
He trabajado en numerosas piscinas. Por mis clases han pasado una gran variedad de alumnos. Cada uno tiene algo especial, como para cada padre. Y todos ellos han enriquecido aún más si cabe mi conocimiento sobre los beneficios que tiene el medio acuático para el desarrollo psicomotor de un niño.
Al principio, el agua es un medio desconocido para todos y es comprensible el respeto que podamos tener al mismo, pero yo siempre aconsejo lo mismo: DISFRUTAD APRENDIENDO.
Y eso es lo que encontré aquí, en Chapoteos. Un lugar donde lo importante es que el niño lo pase bien y en consecuencia aprenda a desenvolverse en el agua de forma autónoma. Esta es su seguridad y la tuya, y no conozco mejor vía para lograrlo que esta.
Termino con esto diciendo, que el deporte siempre es un buen aliado en los primeros años de desarrollo y destacaría la natación como el mejor.
A todos vosotros, mi gran consejo: NO HAY NADA COMO NADAR O EN ESTE CASO… CHAPOTEAR 😉 “
Gracias Cris, por compartir un trocito de tí con todos nosotros.
Elena C.